Los y las estudiantes se dividen en dos grupos y recolectan elementos de la naturaleza desde dos áreas verdes del colegio, en pequeñas cajas cerradas. Luego tuvieron que adivinar sólo por el sonido qué había en cada caja. Se les invitó a cerrar los ojos, escuchar el sonido y sentir qué les provocaba o evocaba ese sonido, para finalmente dibujar y escribir el recado. Aquí compartimos imágenes.
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