A continuación comparto el  trabajo de mis estudiantes para  el Festival Internacional de Fotografía de Valparaíso. Sin duda  una experiencia enriquecedora para todxs. Sus creaciones resonaron con el lema del festival 2024: «¿Cuándo una fotografía pierde la memoria?».

Realizamos diversas pruebas de autorretrato, trabajando desde la fotografía, la doble exposición, el collage hasta llegar a la  cianotipia para crear propuestas que evocan capas de significado y tiempo. Cada estudiante buscó paisajes y recuerdos significativos  que guardaban en sus archivos en sus teléfonos los cuales se fusionaron   junto a una fotografía  que  capturaba una imagen de sí mismos , creando narrativas visuales únicas. La cianotipia, con su proceso artesanal y su característico color, añadió una dimensión pictórica  y efímera  a sus obras.

Además coincidentemente se realizaba una limpieza en el liceo, donde apareció un gran acervo visual  lo que permitió conectar con la historia de nuestro instituto. 

Estas imágenes, llenas de recuerdos y vestigios de otros tiempos, se integraron en un gran collage que acompañó a sus autorretratos. Este collage se convirtió en un diálogo visual entre el pasado y el presente, entre la memoria colectiva de la institución y sus recuerdos personales.

A continuación el texto que acompañó la exposición.

                    Las raíces del presente yacen imbricadas en el pasado.

El pasado mes de septiembre en una bodega del Instituto Superior de Comercio de Valparaíso, establecimiento fundado en 1903, fueron encontradas cientos de fotografías que retratan a los y las  estudiantes de épocas pasadas. Inesperadamente, aparecieron los sueños y esperanzas de antiguas generaciones, cuyos retratos nos muestran junto a sus profesores. Las salas de clases, los patios, los pasillos y los compañeros de generaciones antiguas salieron nuevamente a la luz después de décadas guardadas. Este guiño del azar resuena ahora con fuerza en la propuesta de esta XV versión del  FIFV: 

¿Cuándo una fotografía pierde la memoria?.  

Presente y pasado se yuxtaponen ahora en esta muestra para crear un diálogo visual y una ventana hacia los sueños de los estudiantes. Las selfies y autorretratos de hoy se miran en el espejo de estas fotografías antiguas y revelan cómo las inquietudes y las esperanzas de las nuevas generaciones se conectan con las de quienes les precedieron. Una vinculación inesperada, anuncia otra memoria en estas imágenes que ahora vemos reunidas.

En un mundo en constante cambio… ¿Qué papel juegan entonces las imágenes en la configuración de nuestros recuerdos? ¿Cómo armar un puente entre esa memoria y el presente de los estudiantes de hoy? Sabemos que no hay una sola respuesta, sino más bien la posibilidad de entrar en una experiencia lúdica-

-Frente al mundo que constantemente está naciendo.-

  Constanza Córdova 

Profesora de artes plásticas.

INSUCO