Con una entrevista en el programa Desde la ventana, de la Universidad Austral de Chile en la que participaron las directoras de Cecrea Valdivia y Castro, Claudia Menéndez y Rosario Ateaga, además de la artista Nicole Montano y las docentes de la universidad, María Jesús Román y Karen Carrera, finalizó la primera residencia artística del proyecto La manifestación del agua, que reunió a más de 40 niños/as de las regiones de Los Ríos y Los Lagos en torno al estado gaseoso del agua como fuente de creación e investigación pero con una particularidad: todas las personas participantes tomaron el rol de detectives y cambiaron sus nombres para entrar en personaje, naciendo así el comisario Marraqueta o los detectives Pikachu y Honguito, además de otros roles, como espías e investigadores..
Esta primera residencia tuvo por nombre Detectives del vapor y se desarrolló de dos formas, la primera a través de la plataforma Zoom, que fue el espacio de encuentro y desde donde pudieron recorrer virtualmente y en tiempo real el Fundo Teja Norte y un laboratorio de la Facultad de Ciencias Forestales y Naturales de la Universidad Austral de Chile. La segunda forma fue mediante el kit detectivesco que llegó hasta sus hogares con una lupa, un set de frascos científicos, etiquetas adhesivas, bicarbonato, una pipeta y la bitácora exploradora para tomar muestras y anotar todas las pistas y descubrimientos que realizaron en los horarios de desconexión.
“Me uní porque quería ver cómo era un grupo y este es el mejor en el que me he metido. Son muy buenos sus experimentos y las personas con las que hemos convivido. Los facilitadores son muy entretenidos y los nombres son bien dinámicos. Es muy interesante y me ha gustado mucho hacer los experimentos. Invito a otros niños a sumarse a un grupo como este, porque no se van a defraudar”, dijo Vicente desde la comuna de Castro al ser consultado por sus últimas impresiones.
Conoce también los testimonios de otros participantes de Chiloé y Valdivia:
Al respecto, la directora de Cecrea Valdivia dijo que: “Lo interesante de lo virtual es que se han borrado los límites del territorio. En Cecrea los niños ya no preguntan de dónde son, pero al mismo tiempo les atrae saber que están en una misma sala virtual con, en este caso, un grupo de Chiloé. El mundo virtual ha dado esas libertades y para nosotros ha sido maravilloso porque hemos abierto las puestas mucho más allá de lo que estamos acostumbrados al no estar en un espacio físico”.
“La idea era relevar un juego más de roles, por lo que tomamos la idea de cambiarnos los nombre y si los niño/as lo hacían, nosotros también. Eso hizo toda la experiencia mucho más lúdicas y también se generó como una suerte de complicidad con quienes participaron. Fue chistoso porque nunca nos llamamos por nuestros nombres”, comentó la artista residente, quien agregó: “Durante todo el transcurso de la residencia armamos un panel virtual en la plataforma Miró. Como la idea era que todos fuéramos detectives, cada uno de nosotros registrábamos los resultados de nuestros experimentos allí”.
Las sesiones contaron con participantes entre 7 y 10 años, los que fueron invitados a conocer el mundo del agua, de los hongos y los microorganismos y del agua, además de experimentar con pinturas y burbujas además de hojas que podrían encontrar en su entorno, todo con el objetivo de conocer las distintas formas de visibilizar y registrar el vapor de agua, promover la observación e interacción con el entorno y crear un muestrario colaborativo digital a través de novedosas bitácoras fabricadas por ellos y ellas.
La manifestación del agua: laboratorios creativos gaseosos, líquidos y sólidos
Este laboratorio es el resultado de la primera de tres residencias que impulsan el programa Cecrea y la Facultad de Arquitectura y Artes de la Universidad Austral de Chile en las comunas de Valdivia y Castro en un proyecto que lleva por nombre La manifestación del agua, haciendo honor al elemento que une a las regiones de Los Ríos y Los Lagos y pretendiendo que éste sea el hilo conductor en un relato que reconoce la riqueza natural y cultural de dichos territorios.
El proyecto se estructura a partir de los tres estados del agua, siendo Detectives del vapor el laboratorio que se hizo cargo del estado gaseoso, mientras que los próximos laboratorios líquido y sólido tendrán lugar durante los meses de agosto y noviembre respectivamente y convocarán a niñas/os y jóvenes de los grupos etarios de 11 a 14 y 15 a 19 años cada uno.
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