Muy buenas tardes, a todos y todas las presentes.

Es un honor para mí, estar compartiendo mi experiencia junto a ustedes, en especial con los niños y niñas de la Escuela Bernardo O´Higgins Riquelme de Tocopilla.

Me presento, mi nombre es Julio Ramos, pertenezco al pueblo chango. Soy pescador, buzo y recolector.

Durante toda mi vida, y desde mi niño, siempre he estado conectado con el mar. Pertenezco al pueblo chango por cultura y tradición, y hoy nos encontramos en busca de reconocimiento y acreditación por parte del Estado Chile.

El pueblo chango, cuyo nombre es impropio, impuesto por los conquistadores, fue un pueblo que habitó por todo el norte y centro de este país. Su cultura se desarrolló por toda la costa litoral, la base de su alimentación la obtenían principalmente de los recursos que extraían del mar. Fueron y son grandes navegantes, conocedores de las costas y de los recursos del mar. Eran nómades, navegando y caminando de lugar en lugar para no agotar los recursos que les entregaba el mar.

Los Changos, hombres valientes, osados cazadores, conectados toda su vida con el mar.

Hoy, nos pueden ver como pescadores, buzos y recolectores, aún practicamos su cultura y conservamos el patrimonio de nuestros ancestros.  La gente que vive y reside en cada caleta de este bastó litoral y aquellos que nacieron conectados con el mar.

Nuestro mar, que hoy necesita cuidado y protección de cada uno de nosotros, de cada uno de ustedes, es la invitación que les vengo hacer el día de hoy, a preocuparse de nuestro mar, que es una fuente rica en recursos, disponibles para todos nosotros.

Nuestro mar hoy nos pide protección, más nunca, contaminación.

“Nosotros somos el pueblo del mar,

Nosotros somos los changos,

Pueblo, tierra y mar.”

Muchísimas gracias.