Para comenzar, contaremos algo de nuestra historia institucional. Nacimos en el año 2000, debido a que se crea la población Ríos de Chile en el último cerro de la ciudad de Lirquén, perteneciente a la comuna de Penco, región del Bíobío, la cual albergaba a 2.500 familias provenientes de distintos sectores urbanos marginales de la provincia de Concepción.
En un comienzo nuestro establecimiento se crea como escuela, para que atendiera a estudiantes desde los niveles de prebásica a octavo básico, dando respuesta educacional a las nuevas familias que llegaban a la ciudad de Lirquén. Más tarde, viendo las necesidades de esta misma población, nos transformamos en liceo técnico-profesional.
Estamos situados, literalmente, en la punta de un cerro, con una vista privilegiada hacia la bahía de Concepción; sin embargo, en un principio esto se vio, a nivel de docentes, como una debilidad, ya que estábamos muy aislados de las poblaciones de Lirquén. Al poco andar pudimos apreciar que esta era una tremenda fortaleza, ya que estábamos rodeados de un parque natural, con árboles nativos, copihüeras y aves del litoral costero, además de la diaria despedida con atardeceres de las mejores postales que pudiéramos encontrar. Nuestros niños y jóvenes disfrutan de la libertad que provee todo esto, donde casi no existen cercos, y permanecen en el recinto solo por convicción propia. Ante esto, nace el primer eslogan que nos identificará por muchos años: “Somos una ventana al mundo”, lema que invitaba a nuestros estudiantes y comunidad a pensar que nada es imposible, y que todos los sueños pueden ser reales, que el mundo les pertenece y que todo depende de la fuerza y energía de cada uno. Con esto idealizábamos pensar que, desde este cerro, deberíamos ser luz para Lirquén, con la idea de siempre aportar a los habitantes lirqueninos y que estos sintieran que la comunidad Liceo Ríos de Chile estaba a su servicio, para aportar a su desarrollo educacional y cultural.
El liceo actualmente atiende a una población de alta vulnerabilidad, con una matrícula de 486 estudiantes, en los niveles de prebásica a 4to año medio de enseñanza técnico-profesional en la carrera de Administración con las especialidades de Recursos Humanos y Logística, provenientes de diversos sectores de la comuna. Además, cuenta con 43 profesores, especialistas en diferentes áreas del currículum.
El primer paso que dio la comunidad escolar para insertarse y contribuir al territorio donde está emplazado el liceo, fue el diagnosticar que había una carencia de líderes positivos que respetaran el bien común por sobre su propio protagonismo. Debido a esto, se realizaron diversas acciones, como por ejemplo, postulamos a proyectos gubernamentales, donde el equipo técnico-directivo era el único expositor de diversos talleres, todos apuntando al desarrollo personal de las organizaciones vivas del sector. Sin duda, esta entrega trajo consigo grandes frutos en la ciudad de Lirquén, y a nosotros, los docentes recién llegados al sector, nos permitió que nos conocieran como personas, como profesionales, dispuestos a dar una entrega desinteresada con el único fin de fortalecer dichas comunidades. Es necesario expresar que todo esto trajo consigo una incomprensión por parte de las autoridades educacionales comunales respecto al porqué hacer talleres de líderes a personas que no estaban relacionadas directamente con el establecimiento educacional, como también el porqué aplicar la horizontalidad en la gestión. Para nosotros, el equipo técnico-directivo, era fundamental involucrarnos y arraigarnos en el territorio, siendo parte de él, ya que nuestra idea es educar a partir de las propias experiencias de nuestros educandos y sus familias, respetando siempre un diálogo y comunicación horizontal, y no por sobre ellos.
Como comunidad hubo que formular nuestra visión en un trabajo colaborativo entre los diferentes estamentos que respondiera a una idea-fuerza que integrara los esfuerzos de todos y cada uno de los que participarían en la construcción de la nueva cultura escolar: “Jóvenes felices, creativos, libres transformadores de sus vidas y comprometidos con la sociedad”.
Con esta mirada se destierra el pensamiento academicista, el cual está orientado principalmente a los resultados. Nuestra lucha ha sido siempre ir contra los rankings, basados en la competencia y en el individualismo, dos aspectos que llegaron para quedarse con la nueva mirada en la educación pública basada en el neoliberalismo.
Al encontrarnos cara a cara con la realidad, pudimos apreciar que, en su diversidad, nuestros niños, niñas y jóvenes tenían muchos aspectos positivos, que debían ser desarrollados en una integridad que iba mucho más allá que una cifra, como lo determinan las pruebas estandarizadas. Lograr la felicidad, como lo declara nuestra visión, en un contexto de desarrollo personal y aportar a la creación del proyecto de vida de cada uno de nuestros estudiantes, apoyando y facilitando, para que ellos puedan hacer realidad dichos proyectos; que sean personas felices que aportan a su comunidad y contribuyan a crear una sociedad más justa y equitativa.
La educación para nosotros es, entonces, un proceso de transformación de personas; con espíritu crítico, con una posición clara y definida frente a la vida, que responden a sus propias convicciones, aportando siempre a un bien común. Cada año podemos decir “tarea cumplida”, cuando un 85% de nuestros estudiantes obtiene su titulación de Técnico en Administración, logrando movilidad social; cuando nuestros estudiantes egresados se insertan con éxito laboralmente, cuando continúan estudios utilizando los múltiples convenios que posee el liceo con institutos de educación superior, acortando los tiempos para obtener su título.
Todo lo anteriormente mencionado, ha traído grandes satisfacciones para la comunidad escolar; sin embargo, no podemos dejar de mencionar que no siempre hemos sido entendidos y comprendidos por las autoridades educacionales comunales, catalogándonos como una comunidad en resistencia, por debatir las políticas educacionales y por defender el verdadero sentido de la educación pública de acuerdo a nuestro paradigma.
Misión: Entregar una educación formal e integral a estudiantes de prebásica, básica y media técnico profesional, de sectores socioeconómicos bajos de la localidad de Lirquén y Penco. Proporcionando una educación de calidad, haciendo vida el respeto, con sus características biofísicas y psicosociales, la aceptación por la diversidad, incentivando las capacidades y habilidades de nuestros estudiantes a través de talleres complementarios y de alta tecnología, con un equipo de docentes calificados y comprometidos con la educación de calidad, basada principalmente en el afecto, la confianza y el aprendizaje activo.
Visión: Jóvenes felices, creativos, libres forjadores de sus vidas y comprometidos con la sociedad.
Profesor(es) trabajando en SEA: María Belén Sandoval Guevara
Nombre Establecimiento: LICEO RIOS DE CHILE
Tipo: Público
Dirección: Camino forestal dichoco s/n Lirquén
Comuna: Penco
Región: Región del Biobío
Para comenzar, contaremos algo de nuestra historia institucional. Nacimos en el año 2000, debido a que se crea la población Ríos de Chile en el último cerro de la ciudad de Lirquén, perteneciente a la comuna de Penco, región del Bíobío, la cual albergaba a 2.500 familias provenientes de distintos sectores urbanos marginales de la provincia de Concepción.
En un comienzo nuestro establecimiento se crea como escuela, para que atendiera a estudiantes desde los niveles de prebásica a octavo básico, dando respuesta educacional a las nuevas familias que llegaban a la ciudad de Lirquén. Más tarde, viendo las necesidades de esta misma población, nos transformamos en liceo técnico-profesional.
Estamos situados, literalmente, en la punta de un cerro, con una vista privilegiada hacia la bahía de Concepción; sin embargo, en un principio esto se vio, a nivel de docentes, como una debilidad, ya que estábamos muy aislados de las poblaciones de Lirquén. Al poco andar pudimos apreciar que esta era una tremenda fortaleza, ya que estábamos rodeados de un parque natural, con árboles nativos, copihüeras y aves del litoral costero, además de la diaria despedida con atardeceres de las mejores postales que pudiéramos encontrar. Nuestros niños y jóvenes disfrutan de la libertad que provee todo esto, donde casi no existen cercos, y permanecen en el recinto solo por convicción propia. Ante esto, nace el primer eslogan que nos identificará por muchos años: “Somos una ventana al mundo”, lema que invitaba a nuestros estudiantes y comunidad a pensar que nada es imposible, y que todos los sueños pueden ser reales, que el mundo les pertenece y que todo depende de la fuerza y energía de cada uno. Con esto idealizábamos pensar que, desde este cerro, deberíamos ser luz para Lirquén, con la idea de siempre aportar a los habitantes lirqueninos y que estos sintieran que la comunidad Liceo Ríos de Chile estaba a su servicio, para aportar a su desarrollo educacional y cultural.
El liceo actualmente atiende a una población de alta vulnerabilidad, con una matrícula de 486 estudiantes, en los niveles de prebásica a 4to año medio de enseñanza técnico-profesional en la carrera de Administración con las especialidades de Recursos Humanos y Logística, provenientes de diversos sectores de la comuna. Además, cuenta con 43 profesores, especialistas en diferentes áreas del currículum.
El primer paso que dio la comunidad escolar para insertarse y contribuir al territorio donde está emplazado el liceo, fue el diagnosticar que había una carencia de líderes positivos que respetaran el bien común por sobre su propio protagonismo. Debido a esto, se realizaron diversas acciones, como por ejemplo, postulamos a proyectos gubernamentales, donde el equipo técnico-directivo era el único expositor de diversos talleres, todos apuntando al desarrollo personal de las organizaciones vivas del sector. Sin duda, esta entrega trajo consigo grandes frutos en la ciudad de Lirquén, y a nosotros, los docentes recién llegados al sector, nos permitió que nos conocieran como personas, como profesionales, dispuestos a dar una entrega desinteresada con el único fin de fortalecer dichas comunidades. Es necesario expresar que todo esto trajo consigo una incomprensión por parte de las autoridades educacionales comunales respecto al porqué hacer talleres de líderes a personas que no estaban relacionadas directamente con el establecimiento educacional, como también el porqué aplicar la horizontalidad en la gestión. Para nosotros, el equipo técnico-directivo, era fundamental involucrarnos y arraigarnos en el territorio, siendo parte de él, ya que nuestra idea es educar a partir de las propias experiencias de nuestros educandos y sus familias, respetando siempre un diálogo y comunicación horizontal, y no por sobre ellos.
Como comunidad hubo que formular nuestra visión en un trabajo colaborativo entre los diferentes estamentos que respondiera a una idea-fuerza que integrara los esfuerzos de todos y cada uno de los que participarían en la construcción de la nueva cultura escolar: “Jóvenes felices, creativos, libres transformadores de sus vidas y comprometidos con la sociedad”.
Con esta mirada se destierra el pensamiento academicista, el cual está orientado principalmente a los resultados. Nuestra lucha ha sido siempre ir contra los rankings, basados en la competencia y en el individualismo, dos aspectos que llegaron para quedarse con la nueva mirada en la educación pública basada en el neoliberalismo.
Al encontrarnos cara a cara con la realidad, pudimos apreciar que, en su diversidad, nuestros niños, niñas y jóvenes tenían muchos aspectos positivos, que debían ser desarrollados en una integridad que iba mucho más allá que una cifra, como lo determinan las pruebas estandarizadas. Lograr la felicidad, como lo declara nuestra visión, en un contexto de desarrollo personal y aportar a la creación del proyecto de vida de cada uno de nuestros estudiantes, apoyando y facilitando, para que ellos puedan hacer realidad dichos proyectos; que sean personas felices que aportan a su comunidad y contribuyan a crear una sociedad más justa y equitativa.
La educación para nosotros es, entonces, un proceso de transformación de personas; con espíritu crítico, con una posición clara y definida frente a la vida, que responden a sus propias convicciones, aportando siempre a un bien común. Cada año podemos decir “tarea cumplida”, cuando un 85% de nuestros estudiantes obtiene su titulación de Técnico en Administración, logrando movilidad social; cuando nuestros estudiantes egresados se insertan con éxito laboralmente, cuando continúan estudios utilizando los múltiples convenios que posee el liceo con institutos de educación superior, acortando los tiempos para obtener su título.
Todo lo anteriormente mencionado, ha traído grandes satisfacciones para la comunidad escolar; sin embargo, no podemos dejar de mencionar que no siempre hemos sido entendidos y comprendidos por las autoridades educacionales comunales, catalogándonos como una comunidad en resistencia, por debatir las políticas educacionales y por defender el verdadero sentido de la educación pública de acuerdo a nuestro paradigma.
Misión: Entregar una educación formal e integral a estudiantes de prebásica, básica y media técnico profesional, de sectores socioeconómicos bajos de la localidad de Lirquén y Penco. Proporcionando una educación de calidad, haciendo vida el respeto, con sus características biofísicas y psicosociales, la aceptación por la diversidad, incentivando las capacidades y habilidades de nuestros estudiantes a través de talleres complementarios y de alta tecnología, con un equipo de docentes calificados y comprometidos con la educación de calidad, basada principalmente en el afecto, la confianza y el aprendizaje activo.
Visión: Jóvenes felices, creativos, libres forjadores de sus vidas y comprometidos con la sociedad.
Profesor(es) trabajando en SEA: María Belén Sandoval Guevara
Nombre Establecimiento: LICEO RIOS DE CHILE
Tipo: Público
Dirección: Camino forestal dichoco s/n Lirquén
Comuna: Penco
Región: Región del Biobío
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